Hace ya bastante tiempo, uno de mis maestros me explicó cómo un día acudió eufórico a ver al que era su maestro y le dijo:
– ¡Maestro, maestro. Hoy he conseguido meditar durante una hora seguida!
A lo que su maestro, sin inmutarse lo más mínimo, respondió:
– ¡Fantástico! Una hora despierto y 23 dormido.
Estaba leyendo hace poco El libro tibetano de la vida y la muerte, de Sogyal Rimpoché, y me he vuelto a encontrar, una vez más, con una descripción con todo lujo de detalles de cómo meditar (aunque no es esta la finalidad del libro), las diferentes posturas que se pueden adoptar, cómo respirar, trucos para silenciar la mente, etc. A mí personalmente, me resulta muy curiosa la forma en que los budistas, que proponen el desapego de todo cómo forma de alcanzar la verdadera libertad, se aferran a la práctica de la meditación “estática” durante toda su vida. Sigue leyendo «Meditación dinamica»